Es su rostro opacado por el reflejo de su otro yo el que me hace desearlo, cada día más.El simple hecho de saber que me quiere, pero no sabe como tenerme, es lo que me deja mirarlo con la ternura con que miro a los niños pequeños, con sus rostros enrojecidos de vergüenza ante simples sonrisas ajenas.
Es el aprecio que le guardo en el último rincón de mi alma, lo que no permite que lo olvide, no, jamás.
Mas lo hecho, hecho está, y debo aprender a quererte como a algo inalcanzable, debo aprender a compararte a los amores infantiles que llenan nuestras jóvenes almas.
Me encantaría poder evitarme todo este dolor y las ganas desenfrenadas de estrecharte entre mis brazos y darte mil te quieros , pero ya lo sabes.
Quiero serte indiferente una vez más, te pido, por favor, házmelo más fácil cariño...
1 comentario:
pero dos que se quieren,se dicen cualquier cosa,y un corazon no se endurece porque si
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