...Hacía mucho que no veía la lluvia caer, mojar todo, hacerla sentir fresca.
Sabía que todo se debia a la trancisión momentanea de su estado de ánimo, era todo tan gris.
Nadie, absolutamente nadie, sabía donde resguardarse para oír el repiquetear de las gotas en la lejanía.
Había quienes soñaban hasta que el nubarrón pasase,había tambien, quien fantaseaba con la aparición de esa imagen por entre la llovizna.
Había quienes presenciaban el solemne acto desde detrás de algún vidrio,tal vez, sólo el vidrio de sus propias pupilas...y había quienes salían y se sentían vivos,y aquellas lágrimas falsas les mojaban las mejillas y volvían por un instante,sólo trapos sus ropas, desligándolos de todo aquello que pudiese apresarlos...